Fernanda Iglesias, hoy en día, ha pasado a ser una de las periodistas más filosas e importante del medio, luego de haber protagonizado varios momentos escandalosos, en donde fue denunciada por agresividad y violencia hacia sus colegas.
Fernanda Iglesias se instaló nuevamente en Argentina, después de intentar buscar suerte en el extranjero, y se convirtió en una de las panelistas favoritas de Ángel de Brito, quien continuamente está confiando en su palabra e información sobre las celebridades.
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Y si bien es verdad que la periodista se dedica a develar información picante sobre las diferentes personas que conforman el ámbito del espectáculo, esta vez decidió ser la protagonista, romper el silencio y realizar una grave denuncia en contra de un conductor.
Después de años de silencio y de ocultamiento, Fernanda Iglesias juntó valor para hablar de lo que sucedió mientras formaba parte del programa "Duro de Domar", en donde la conducción, para aquel entonces, estaba a cargo de Roberto Pettinato.
Dejando heladas e impactadas a todas sus compañeras, incluyendo a todos los espectadores, la "angelita" confesó haber sido hostigada por el conductor, quien, aparentemente, ingresaba a su camarín para llevar a cabo comportamientos desagradables e invasivos.
"Se dijo que yo tenía un (vínculo), cuando en realidad estaba siendo (hostigada) en un camarín".
Ciento por ciento enfocada en develar el verdadero infierno que habría vivido, Fernanda Iglesias siguió contando su historia: "Se escuchaban ruidos. Las maquilladoras estaban al lado y se decía que tenía un romance, pero no, estaba siendo (acorralada)".
Impactante
"Él quería y ya está, vos tenías que querer. Había momentos en los que estaba avasallada. Decía "que pase lo que tenga que pasar". No me daba cuenta, no me había dado cuenta y lloré un montón cuando entendí", explicó la panelista, dejando a todos enmudecidos.
De hecho, mientras contaba su historia, Fernanda Iglesias aseguró que, a su entender, Roberto Pettinato se habría obsesionado con su persona. Pues, no solo la hostigaba, sino que también la perseguía y hasta "decía que mi hija era de él".