Viernes 3 de Mayo 2024
ESTEFANIA PASQUINI

Estefanía Pasquini y una reflexión que dejó a todos sin palabras

La palabra de Estefanía Pasquini.

Escrito en ENTRETENIMIENTO el

Estefanía Pasquini volvió a utilizar sus redes sociales para compartir reflexiones, que de alguna manera se vinculan a los buenos hábitos alimenticios y el cuidado personal. En este caso, la esposa de Alberto Cormillot habló sobre el éxito y el fracaso.

Estefanía Pasquini comenzó diciendo: “No conozco la clave del éxito, pero la clave del fracaso es complacer a todo el mundo”. “¿Te suena? Para reflexionar, cuantas veces por complacer a los demás, viene el enojo, frustración y demás por haber hecho algo que no querías”, agregó.

“¿Qué pasa luego de esto? ¿A qué te lleva? ¿Dónde canalizar esas emociones? Posiblemente en algo peor. Los buenos hábitos también pasan por acá”, se preguntó y analizó la esposa de Alberto Cormillot. De esta manera queda en claro que el fracaso y el éxito son dos conceptos relativos que dependen de los objetivos personales de cada uno.

Sin embargo, muchas veces tendemos a darle más importancia al fracaso que al éxito, y a sentirnos más afectados por las decepciones que por las satisfacciones. ¿Por qué ocurre esto? Una posible explicación es que el fracaso activa una serie de emociones negativas que nos hacen sentir mal, como la frustración, la ira, la decepción, la culpa, el resentimiento y el miedo.

 Estas emociones nos generan un malestar psicológico que nos impide ver las cosas con claridad y nos hace centrarnos en lo que hemos perdido o no hemos logrado. El éxito, por el contrario, suele activar emociones positivas que nos hacen sentir bien, como la alegría, la confianza, el orgullo, la gratitud y la esperanza.

El éxito genera un bienestar psicológico que nos permite ver las cosas con optimismo y nos hace centrarnos en lo que hemos ganado o logrado. Sin embargo, las emociones positivas tienen una característica a diferencia de las negativas: se adaptan más rápido.

Tiempos

Es decir, nos acostumbramos más fácilmente a las cosas buenas que a las malas, y por eso tendemos a darlas por sentado y a valorarlas menos. Esto hace que el éxito pierda intensidad y relevancia con el tiempo, mientras que el fracaso se mantiene más presente y doloroso.

Otro posible análisis de Estefanía Pasquini es que el fracaso y el éxito tienen un impacto diferente en nuestra autoestima y en nuestra motivación. El fracaso suele afectar negativamente a nuestra autoestima, haciéndonos sentir inferiores, incapaces o indignos. Esto nos lleva a tener una imagen negativa de nosotros mismos y a dudar de nuestras capacidades y posibilidades.