Las redes sociales y el internet son un perfecto sitio para buscar información y entretenerse, sin embargo, cientos de millones de personas pasan mucho tiempo en las plataformas digitales que se convierte en una auténtica pérdida de tiempo si es que se coloca en perspectiva.
Las redes sociales se han convertido en un verdadero problema, debido a que se puede generar dependencia del mundo digital. Según algunos expertos el tiempo que se dedica a las distintas plataformas va en aumento, con el correspondiente descenso de las interacciones personales.
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De acuerdo a simples cálculos, si se usa el celular por 1 hora al día se termina invirtiendo alrededor de 15 días al año. Estos números corresponden a un rango etario que no requiere demasiados servicios en línea y que no tienen como prioridad el uso de dispositivos electrónicos.
Sin embargo, las cosas cambian cuando se comienza a usar el teléfono para redes sociales por 3 o más horas al día, ya que para el primero se desperdician 45 días al año en adelante. Esto supone que los jóvenes pierden más de un mes en interacciones discrecionales por los medios de comunicación no tradicionales.
Los casos más graves corresponden a personas que emplean el teléfono en plataformas digitales por 7 o más horas, perdiendo 106 días al año. Esto equivale a casi un tercio del período anual comprendido entre el primer día de un año y el último de ese mismo.
El uso exagerado de dispositivos electrónicos para sustentar la vida digital está minado de riesgos a la salud del organismo, especialmente la mental, pues se sabe con rigor científico que, a más tiempo en las plataformas, mayor es la probabilidad de sufrir ansiedad, cuadros de pánico y estrés en niveles peligrosos.
Consideraciones adicionales
Las redes sociales pueden ser un espacio en el que las personas puedan distenderse por algunos minutos, mientras esperan en algún sitio o durante los últimos momentos antes de conciliar el sueño. Sin embargo, hay ciertos cuidados a tener en cuenta por estos medios.
Estudios confirman que recibir “likes” por parte de personas ajenas ocasiona una sensación de pertenencia y aceptación. El cerebro intentará reforzar la satisfacción que se experimenta por la interacción social digital, buscándola cada vez más, lo que supone mayor tiempo en las plataformas.