Alberto Cormillot es un referente internacional en nutrición y obesidad, que ha dedicado su vida a ayudar a las personas con sobrepeso y a promover hábitos saludables. Fundador y director de una clínica que lleva su nombre y de una fundación que ofrece grupos de autoayuda, es también un educador, escritor, conferencista y comunicador social.
Alberto Cormillot, además de su exitosa carrera profesional, tiene una pasión que lo mantiene con vitalidad y activo: el baile, que es considerado un arte. A sus 85 años, el médico no solo practica tap y tango, sino que también hace acrobacias aéreas y participa en espectáculos y concursos.
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Su amor por el baile comenzó en su infancia, cuando su padre lo llevaba a ver películas musicales de Hollywood. Desde entonces, se fascinó con el ritmo, la coordinación y la expresión corporal. A los 12 años, empezó a tomar clases de tap, y a los 18, de tango.
Con el tiempo, el esposo de Estefania Pasquini fue perfeccionando su técnica y su estilo, y se animó a incursionar en otros géneros, como el jazz, el rock y el folklore. El baile no solo le brinda a Cormillot un espacio de recreación y diversión, sino que también le aporta beneficios físicos y mentales.
Según él mismo ha declarado, bailar le ayuda a mejorar su postura, su equilibrio, su flexibilidad, su resistencia y su fuerza. Además, le permite ejercitar su memoria, su concentración, su creatividad y su autoestima. Alberto no tiene vergüenza ni miedo de mostrar su talento y su energía en el escenario.
El padre de Renné, Adrián y Emilio ha participado en programas de televisión como "Bailando por un sueño", donde ha sorprendido al público y al jurado con sus performances. También ha formado parte de obras de teatro donde ha demostrado su versatilidad y su carisma.
Una pasión
Su pasión por el baile lo ha llevado a compartir escenario y a aprender de grandes artistas, como Julio Bocca, Mora Godoy, Miguel Ángel Zotto y Flavio Mendoza. Asimismo, ha transmitido su amor por el arte a sus hijos y a su esposa, Estefanía Pasquini, con quien suele bailar en pareja.
Alberto Cormillot es un ejemplo de que la edad no es un impedimento para seguir haciendo lo que uno ama y para mantenerse en forma. Con su baile, no solo expresa su personalidad y su alegría, sino que también inspira a otros a cuidar su salud y a disfrutar de la vida.