Estefanía Pasquini y Alberto Cormillot son una pareja que se conoció en el ámbito laboral, ya que ambos son nutricionistas y trabajaban juntos en una clínica. A pesar de la diferencia de edad de 48 años, se enamoraron y se casaron en 2018, cuando él tenía 80 años y ella 32.
Desde entonces, Estefanía Pasquini y Alberto Cormillot compartieron su amor y su pasión por la salud y la alimentación, y también su anhelo de tener un hijo juntos. Los nutricionistas sabían que no sería fácil concebir un hijo de forma natural, debido a la edad avanzada de él y a los problemas de fertilidad que ella había tenido en el pasado.
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Por eso, recurrieron a una clínica de fertilidad porteña donde les realizaron un tratamiento de fecundación in vitro. Tras varios intentos fallidos, finalmente lograron quedar embarazados y anunciaron la feliz noticia en marzo de 2021.
Estefanía y Alberto decidieron traer un hijo al mundo por varias razones. En primer lugar, porque querían cumplir su sueño de formar una familia y darles un hermanito a los hijos mayores de él, Adrián y Renee.
En segundo lugar, porque querían enseñar que el amor no tiene edad ni límites, y que se puede ser padre a cualquier edad si se tiene salud y ganas de vivir. En tercer lugar, porque querían dejar un legado de su amor y de su profesión, y transmitirle a su hijo sus valores y conocimientos sobre la nutrición y el bienestar.
Y, en cuarto lugar, porque un mono en pañales le dio el empujón final. “Lo que nos incentivó a ser papás”, escribió ella sobre una foto de hace unos años cuando visitaron Jamaica, confirmado así que fueron muchos los motivos por lo que decidieron ser padres.
Momento dulce
El 17 de septiembre de 2021, nació Emilio, el hijo de Estefanía Pasquini y Alberto Cormillot, que pesó 3,200 kilos y midió 48 centímetros. Fue un momento de mucha emoción, dulzura y felicidad para la pareja, que recibió el apoyo y el cariño de sus familiares, amigos y seguidores.
Emilio es un niño muy querido y cuidado, que recibe una alimentación sana y equilibrada, y que ya está aprendiendo idiomas y deportes. Los nutricionistas están muy orgullosos de su hijo, al que consideran un milagro de la vida y una bendición.