Estefanía Pasquini, especialista en nutrición, escribió una alarmante reflexión en sus redes sociales, en donde dejó en claro cómo varía el costo del agua dependiendo el lugar en donde estés y porque nadie debe percibirse desvalorizado.
Estefanía Pasquini escribió: “Una botella de agua vale $1000 en un supermercado, $1500 en un gimnasio, $2000 en un bar y $3000 en un aeropuerto. La misma botella, la misma agua, sólo cambia su valor dependiendo del lugar donde esté”.
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“La próxima vez que pienses que no vales (algo), a lo mejor sólo estás en el sitio equivocado”, completó la esposa de Alberto Cormillot. Entonces, percibirse valorado es una necesidad humana básica que influye en nuestra autoestima, nuestros vínculos y nuestra motivación.
Cuando nos percibimos valorados, reconocemos nuestro propio valor y el de los demás, y nos hallamos más satisfechos y felices con nuestra vida. A su vez, aumenta nuestra percepción positiva de nosotros mismos. Nos aceptamos y nos queremos tal como somos, con nuestras fortalezas y debilidades.
Estar en el lugar apropiado permite que estemos orgullosos de nuestras capacidades y logros, y nos fijamos metas realistas y desafiantes. Nos respetamos y nos hacemos respetar, y defendemos nuestros derechos y opiniones. Una buena autoestima nos ayuda a afrontar los problemas y los fracasos con más confianza y optimismo.
Percibirse valorado también es importante en los vínculos interpersonales. Cuando nos percibimos valorados, valoramos a los demás y establecemos vínculos afectivos basados en el amor, la confianza, la comunicación y el apoyo mutuo. Nos enseñamos empáticos, comprensivos y generosos con los demás, y buscamos su bienestar y su felicidad.
Motivación
Cuando somos valorados por nuestras habilidades y logros, esto nos motiva a seguir trabajando fuerte y mejorando en lo que hacemos. Nos percibimos más comprometidos, responsables y creativos, y buscamos la excelencia y la calidad en nuestro trabajo. La motivación nos impulsa a superarnos y a aprender de nuestros errores, y nos hace disfrutar más del proceso y del resultado.
Estas son solo algunas de las razones por las que Estefanía Pasquini insiste en que estemos en un lugar en donde nos sentamos valorados, pero hay muchas más. Percibirse valorado es una fuente de bienestar, de crecimiento y de sentido para nuestra vida.