Hace ya bastante tiempo que Andrea Rincón decidió tomar la decisión valiente y significativa de alejarse del tormentoso mundo del espectáculo. Su elección, que tanto le ha costado, se fundamentó en la necesidad de evadir y evitar las polémicas que a menudo giraban en torno a su nombre. Esta decisión no solo marcó una etapa en su carrera profesional, sino que también influyó en su vida personal y sentimental.
Durante años, desde que inició su carrera en la televisión, Andrea Rincón se enfrentó a un torbellino de emociones, debido a la forma que decidía vivir la vida. Es que, como bien se supo en su momento, hasta decidió internarse en una importante clínica para llevar a cabo una recuperación óptima, vinculada directamente a las adicciones y al entorno insano que la rodeaba. Así, desde entonces, decidió enfocarse en su bienestar.
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Buscando el equilibrio y la estabilidad, la reconocida actriz aseguró haber recorrido un extenso camino de autoconocimiento, amor propio y recuperación, trabajando ciento por ciento en su salud mental y, sobre todo, emocional. Fue así como pasó de una vida completamente oscura, con altibajos, a sumergirse en el mundo de la religión, tras aceptar la divinidad y amor de Dios.
Es que incluso fue la propia Andrea Rincón quien aseguró haber cambiado por completo su actitud ante la vida y el ambiente que lo rodea, no solo dejando de ser esa persona avasallante y combativa, ante cualquier situación estresante, sino también haciéndose valer y escuchando sus necesidades, al entender que no debemos complacer a lo ajeno, sino que, por el contrario, cuidarnos nosotros mismos.
En esta oportunidad, haciéndonos partícipe de su nueva etapa en la vida, la reconocida modelo decidió hablar del cambio que dio su vida al confiar ciegamente en su Dios: "Cuando empiezo a conectar con la Iglesia, unas personas me mandaron una alabanza y me acuerdo que estaba haciendo bicicleta y, no puedo explicar cómo, pero me puse a llorar. Fue una angustia que me salió y no podía respirar".
Acto seguido, luego de asegurar que entendió que algo le había movido en su organismo, aceptando la gracia de Dios y queriendo formar parte de su camino, Andrea Rincón decidió hablar directamente del momento más especial que atravesó, tras recibir un exorcismo por parte de los integrantes de su pequeña comunidad: "Tardaron en venir a casa, pasaron varias cosas y cuando vinieron me dijeron: Sí, había algo".
Todos los detalles
"En un momento me pusieron la mano en la espalda. Yo no entendía. La verdad, creía que estaban locos. Eran dos parejas, una amiga y el novio se sientan en el sillón de enfrente y la otra se queda detrás mío, con las manos en la espalda y comienza a orar. Decía: Por el amor de Jesucristo que salgan los demonios. Yo estaba ahí preguntándome que era eso", explicó.
"Se me fue la consciencia. Se me pegaron las manos y caí al piso. Ahí no vi más... Lo que me dice mi amiga es que yo vociferaba con una voz que no era mía y que convulsionaba. Lo único que recuerdo es que no entendía qué había pasado, si estaba ahí o si había fallecido. Me puse a llorar y me abrazaron", cerró Andrea Rincón.