Te damos la receta para que puedas preparar en tu casa unas exquisitas croquetas de espinaca y queso que te resuelven cualquier comida.
Los ingredientes para preparar nuestra receta de croquetas de espinaca y queso: 1 atado de espinaca; 70 g de manteca;
½ cebolla morada; 1 diente de ajo; 70 g de harina; Leche c/n; 2 huevos; y Queso mozzarella o provoleta. Para el rebozado: pan rallado, harina y panko.
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Primer paso: colocamos en una olla la manteca, media cebolla picada y el diente de ajo picado. Cocinamos en mínimo hasta que la cebolla esté bien cocida. Luego sumamos los 70 gr de harina tamizada y revolvemos. Vamos sumando la leche lentamente, hasta conseguir una salsa pastosa.
Segundo paso: cuando esté lista la salsa, agregamos sal, pimienta y nuez moscada. A continuación, lavamos y picamos la espinaca cruda para sumarla a la salsa. También podemos sumar queso a elección (tres sugerencias: reggianito, parmesano o mozzarella).
Tercer paso: Cocinamos las hojas verdes en la salsa hasta que pierdan la hidratación. Tenemos que lograr una textura de puré. Una vez conseguida esta textura la llevamos a la heladera durante media hora, tapada con film. Cortamos el queso para las croquetas de espinaca. Preparamos en diferentes bols, harina y pan rallado o panko. En otro recipiente batimos dos huevos.
Cuarto paso: Ahora comenzaremos el empanado de las croquetas: agarramos un pedazo de masa y un cubo de queso, hacemos una bolita y lo pasamos por el huevo, luego por la harina, por el huevo nuevamente y por último por el pan rallado. Repetimos el paso hasta que se nos acabe la masa. Estas croquetas se pueden cocinar al horno, a la sartén o combinando ambos procedimientos. Para que quede bien crujiente por fuera y cremoso por dentro, debemos pasar primero las croquetas por la sartén con aceite caliente durante 20 segundos de cada lado y luego mandarlas al horno precalentado por otros 10 minutos. ¡Y lista la receta!
Dónde surgió la espinaca
La espinaca se originó en la antigua Persia y fue conocida como un alimento altamente nutritivo y muy saludable desde sus comienzos.
Sin embargo, su verdadera popularidad llegó en el siglo XX, gracias al famoso personaje cómico Popeye, que las comía para obtener su fuerza y así enfrentar a su eterno enemigo, el malvado Brutus.