“Si a partir del viernes tu planificación alimenticia se derrumba, no estás solo. Los fines de semana suelen ser una de las barreras más frecuentes en las personas que quieren controlar su peso”, comenzó diciendo Alberto Cormillot en un nuevo posteo en su cuenta de Instagram.
En esta ocasión, Alberto Cormillot mencionó algunas “causas probables de esta dificultad y técnicas eficaces para enfrentarlas con éxito”. Sí, el especialista en nutrición buscó junto a sus seguidores el problema del descarrilamiento que suele aparecer entre el viernes y el domingo.
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“Cuando una persona comienza un programa para (mermar) de peso, tanto en las consultas individuales como en el trabajo de los grupos hablamos de la importancia de la distribución diaria de las comidas y bebidas y de organizar la semana de manera flexible”, aclaró.
“Este aspecto es crucial especialmente a partir del viernes a la tardecita, cuando las rutinas y responsabilidades de la semana finalizan y solemos (percibir) cierta liberación al dejar atrás las estructuras y comportamientos que el día a día nos impone”, enfatizó el nutricionista.
“¿Por qué los fines de semana están menos organizados que los días laborales? Para empezar, nos levantamos más tarde. Quienes se levantan muy tarde saltan el desayuno y pasan directo al brunch, término que reúne breakfast, desayuno, y lunch almuerzo”, sostuvo.
“Si esa comida es abundante, le sigue muy probablemente una siesta o a lo sumo un par de capítulos de la serie favorita cómodamente en el sofá”, afirmó Alberto Cormillot sobre cómo la poca actividad física acompaña al aumento de peso en estos días.
Más obstáculos
“Después de ese descanso tal vez tengamos planificada una salida, una reunión informal en casa. En cualquier caso, lo más probable es que la elección de qué comer y beber siga la tendencia del resto del día", agregó el médico especialista en nutrición.
“Si te identificás con esta rutina no sos la única persona”, completó Alberto Cormillot antes de pasar a los consejos para los fines de semana. Para esos días es recomendable, tal como lo marcan los cuadros, comer despacio y saborear los alimentos, entre otras cosas.