“Tomar sol. Cuando yo era chico se hablaba de los beneficios de tomar sol”, comenzó diciendo Alberto Cormillot para un nuevo spot para Infobae. “Fueron pasando los años y la gente empezó a decir: cuidado, porque tomar mucho sol produce daños en la piel”, destacó.
“En (el género femenino) produce, y en nosotros también, arrugas prematuras. Y tiene más posibilidades de tener un cáncer de piel si la persona que toma mucho sol. Es decir que tiene la chance de tener un melanoma”, aclaró Alberto Cormillot inmediatamente.
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A su vez, el médico especialista en obesidad mencionó: “Los rayos solares también tiene muchos beneficios. Las personas que toman sol, por lo menos 15 o 20 minutos, deben saber que también es importante tener en cuenta la hora en la cual uno tiene que (tomar sol)”.
"Entre las 10 y tres de la tarde, un rato aunque sea, está bien. Por un lado, aumenta la vitamina D, que se produce en la piel y después va a recorrer todo el (organismo) estimulando las hormonas”, recomendó y aseguró el médico, que es esposo de Estefanía Pasquini.
“La vitamina D protege de las infecciones porque tiene un efecto de estimular las defensas. Además, la vitamina D regula las hormonas, de forma tal que uno duerme mejor de noche y durante el día está mucho más predispuesto”, aclaró Alberto Cormillot.
“También las personas que toman sol, ya sea en forma indirecta o después siguen estando al aire libre, son personas que tienen mejor humor. A veces, uno está encerrado mucho tiempo y sale y, el solo hecho de salir y estar en contacto con la luz, lo hace (percibir) mejor”, agregó el experto en dietas.
Fuente: Infobae
Más beneficios
“El asunto es cómo ir por el camino del medio. Por otro lado, la exposición al sol y el hecho de tener más vitamina D, además de proteger de las infecciones, tiene un efecto preventivo contra el cáncer de colon. Y también sobre la hipertensión. O sea, realmente el sol es una medicación”, analizó.
“Se me ocurría para cerrar este video un pensamiento que tiene que ver con el cielo, y no tanto con el sol. Pero es uno que dice: cuando el sabio señala el cielo, señala una estrella, el tonto se queda mirando el dedo”, completó Alberto Cormillot.