Con 85 años recién cumplidos, Alberto Cormillot acaba de dar una prueba de que se percibe mejor que nunca. Acompañado de su esposa, Estefanía Pasquini, el médico especializado en obesidad se animó a realizar algunas acrobacias en el aire junto a Emilio, su hijo.
“¡Volviendo a volar con Emilio! Estos días volví a hacer aéreo en @altovuelo danzaconarnes y compartimos un momento con Emilio donde construimos un recuerdo para siempre. ¿Qué recuerdos tienen con sus papás? ¡Los leo!”, escribió Alberto Cormillot al pie del video.
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La idea de realizar este tipo de actividad surgió de los pasatiempos de las mellizas Abril y Zoe, hijas de Adrián, el primer hijo varón de Alberto. Pero también se lo puede ver aprovechando de números de tap y jazz, bailes que viene realizando hace más de 20 años.
“Mis profesores me cuidaron mucho y mis compañeros de baile me hicieron (percibir) muy bien a pesar de que yo tuve algunas lesiones antes del debut fuera de los ensayos”, le contó el esposo de Estefanía Pasquini a la revista Perfil cuando se animó por primera vez a conquistar el aire.
“Lo más complejo es darle al físico una indicación en el aire. Es como que no sabés qué decirle. La primera vez, tengo que confesar, tuve algo de náuseas”, reconoció Cormillot, hace algunos años, sobre las primeras sensaciones que tuvo al estar colgado.
“La clave es superarse, hay que darle dedicación, como a todo. Si no, no sale”, reflexionó Alberto, quien se anima a dar 12 vueltas carnero seguidas, un récord que podría estar sin lugar a dudas en los libros Guinness debido a su edad.
Siempre con ganas
“A veces no tengo ganas de ensayar, estoy cansado. Pero lo que está en la agenda yo lo cumplo. Es así. Mis viejos eran personas comprometidas, personas de tomar decisiones, personas de acción. Creo que yo soy una persona de acción”, agregó aquella vez.
“Hago lo que quiero con la vida. Pero también quiero lo que hago. Si lo estoy haciendo, es porque lo quiero”, reflexionó Alberto Cormillot, quien está dentro de los 10 hombre más longevos del mundo en convertirse en padre pasando los 80 años.