La mermelada casera de frutilla es una delicia dulce y versátil que puede aprovecharse en el desayuno, como complemento de postres o incluso como regalo. Preparar tu propia mermelada es gratificante y te permite controlar los ingredientes. A continuación, te presentamos una receta sencilla para crear una exquisita mermelada casera de frutilla.
Para los ingredientes de esta receta de mermelada casera de frutilla solo necesitarás: 1 kg de frutillas maduras y frescas, 500 g de azúcar y el jugo de medio limón. Lava y desinfecta las frutillas, luego retira los tallos y córtalas en trozos pequeños.
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En una olla grande, coloca las frutillas cortadas y agrega el azúcar y el jugo de limón. Mezcla todo bien y deja reposar durante aproximadamente una hora para que las frutillas liberen su jugo.
Lleva la olla a temperatura media y entibia la mezcla hasta que el azúcar se disuelva por completo. Luego, reduce la temperatura, revolviendo ocasionalmente, hasta que las frutillas estén tiernas y la mezcla adquiera una textura espesa y brillante.
Para verificar si la mermelada está lista, realiza una prueba de gelificación. Coloca una pequeña cantidad en un plato frío y deja reposar unos minutos. Si al inclinar el plato la mermelada se arruga ligeramente, está lista. Si no, continúa cocinando y repite la prueba en intervalos cortos.
Una vez que la mermelada haya alcanzado la consistencia requerida, retira la olla de la cocina y deja reposar durante unos minutos para que esta deliciosa mermelada casera de frutilla se enfríe ligeramente.
Envasado
Mientras la mermelada de frutilla aún está tibia, viértela en frascos de vidrio esterilizados. Llena los frascos hasta aproximadamente 1 cm del borde. Limpia cualquier derrame en los bordes para asegurar un sellado adecuado.
Coloca las tapas en los frascos y ajústalas firmemente. Deja que los frascos se enfríen a temperatura ambiente. A medida que la mermelada se enfría, escucharás un "clic" a medida que las tapas se sellan herméticamente.