Laura Ubfal confesó que se convirtió en un multimedio cuando el país estaba en uno de sus peores momentos, el 2001. En aquel año, le halló la vuelta para salir de la situación y, de alguna manera, aprovechar lo que pocos habían visto dentro de las producciones locales e internacionales.
“Venía trabajando mucho y de repente fue terrible. Justamente, cuando levantan La linterna. Entonces ahí dije: ¿Yo qué sé hacer? ¿Qué idiomas tengo? Y me enteré de que en medio de esa crisis había alguien que iba a aprovechar, que se llamaba Yari Dori”, recordó Laura Ubfal.
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“Era un empresario israelí que vino a buscar a Cris Morena para hacer Rebelde Way. Y entonces dije: Bueno, yo sé hebreo, voy a usar eso de alguna manera. Lo llamé. Él tiene canales enteros que se llaman Romance y, sobre todo, funcionan con un gran éxito en Rumania, en Polonia, en Rusia”, dijo.
“Por eso Natalia Oreiro es una estrella por aquellos lares. Son 24 horas de telenovelas. Entonces entre las telenovelas exitosísimas estaba Chiquititas e iba a estar Rebelde Way, estaba Rincón de Luz. Y yo le ofrecí que, además de ese canal, podía (colocar) un servicio que a la gente le iba a encantar”, recordó.
“Entre novela y novela, cinco minutos de informativo con las estrellas, que la gente vea a los artistas, a Luisana Lopilato, a Cris, a los artistas en notas. Le vendí eso, que después me lo robó un israelí, por supuesto, y lo empezaron a hacer ellos. Entre las muchas cosas que me han robado”, reconoció Laura.
La periodista asegura que le robaron muchas ideas. “Todas las ideas te las roban a los dos minutos. Así como te roban lo que publicás a los dos minutos”, reconoció Laura. “Mucho tiempo me quejé y ahora se cuidan. Se cuidan mucho porque saben que estoy ahí”, agregó.
Vigencia
Laura Ubfal confirma que su mayor logro profesional es estar en vigencia y con cuatro décadas con trabajo. En materia personal, la periodista mencionó cómo es la Laura de casa. “Todo en paralelo. Porque todo es compartimentado. Yo me doy tiempo para todo”, dijo.
“Es todo ratitos. Por ejemplo, no pasa un día que yo no salga a tomar un café con alguien u otro día que no vaya al teatro, otro día que no haga otra cosa. No es que es todo laburo. Uno hace dos notas, sale, vuelve, va a la pelu, va a todos los cafés, va a la tele. Hacemos 500 cosas por día. No sé, las chicas somos así”, dijo.