Martes 7 de Mayo 2024
ALBERTO CORMILLOT

Los consejos de Alberto Cormillot para prevenir el estrés

La palabra de Alberto Cormillot.

Escrito en ENTRETENIMIENTO el

El estrés es cómo reaccionamos cuando nos percibimos presionados o amenazados. Por lo general, sucede cuando estamos en una situación que creemos que no podemos manejar o controlar. En este caso, Alberto Cormillot hace énfasis en explicar de dónde proviene este estado de ánimo.

A veces, una pequeña cantidad de estrés puede ayudarnos a completar tareas y percibirnos con más energía. Pero el estrés puede convertirse en un problema cuando perdura mucho tiempo o es muy intenso. En algunos casos, el estrés puede afectar nuestra salud física y mental, asegura Alberto Cormillot.

Es posible que escuches a los profesionales de la salud referirse a algunos tipos de estrés como "agudo" o "crónico": El estrés agudo ocurre entre unos minutos y unas pocas horas después de un evento. Tiene una duración breve, normalmente menos de unas pocas semanas, y es muy intensa.

Puede ocurrir después de un evento molesto o inesperado. Por ejemplo, esto podría ser un duelo repentino, un asalto o un desastre natural. A su vez, el estrés crónico perdura un prolongado período de tiempo o sigue reapareciendo. Puede experimentar esto si está con mucha presión la mayor parte del tiempo.

El estrés puede afectar nuestras emociones, nuestro físico y cómo nos comportamos, de muchas maneras diferentes. A veces, cuando estamos estresados, podemos darnos cuenta de inmediato. Pero en otras ocasiones, podemos seguir adelante sin reconocer las señales.

Si una persona está estresada, puede percibirse: irritable, enojado, impaciente o herido, sobrecargado o abrumado, ansioso, nervioso o asustado; como si sus pensamientos estuvieran acelerados y no puede desconectarse.

Fuente: Infobae  

Signos físicos de estrés

Las hormonas que produce nuestro organismo para responder a situaciones estresantes pueden tener muchos efectos físicos. Estos efectos pueden incluir: respiración dificultosa, crisis de pánico, vista borrosa o dolor en los ojos, problemas para dormir y fatiga.

Dolores musculares y dolores de cabeza, dolores en el pecho y presión arterial alta, indigestión o acidez estomacal, estreñimiento, percibirse, mareado o desmayarse; aumento o pérdida de peso repentino y problemas de salud física existentes que empeoran. En estos dos últimos, hace foco Alberto Cormillot