“Hay muchas frases hechas, como “el tren no pasa dos veces” y todo eso. Yo creo que uno tiene que tener su propio ritmo y ser fiel a una misma”, sostuvo Natalia Oreiro, en un mano a mano con El Planeta Urbano, sobre lograr un personaje que en algún momento le parecía inalcanzable
“Cuando hay algo adentro que te avisa algo. Nosotros nacemos con mucha intuición, los niños son muy intuitivos, pero cuando vamos creciendo, las sociedades, el trabajo, un montón de factores externos a nosotros nos hacen limitarnos”, agregó Natalia Oreiro al respecto.
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“Yo siempre traté de ser genuina en mis elecciones y bastante audaz. Para mí, hacer un proyecto distinto es un salto al vacío y de confianza, de crecimiento, de búsqueda; no soy de las que se quedan en lo conocido porque ya funcionó”, aclaró sobre los papeles que aceptó en su carrera.
Natalia asegura que ser genuina es fundamental. “Sí, de hecho, cuando era muy chica e hice Muñeca brava, todos los proyectos que venían después eran lo mismo, y yo dije: No voy a volver a hacer eso, ya lo hice, hay un montón de gente joven para hacerlo”, sostuvo.
“Y me pasaba que crecía y me volvían a ofrecer lo mismo”, declaró sobre lo que vivió con “Muñeca Brava”, la novela que la hizo famosa en Argentina. Un papel similar, pero con distintos actores, se pudo ver con “Cachorra”, quizás ese fue el punto de inflexión en su carrera.
“Y con la música me pasó también, siempre querían hacer lo que ya había funcionado y yo decía: Pero ya funcionó, si yo lo repito no va a funcionar, porque es una copia. Los otros se van a aburrir, y si no se aburren, me voy a aburrir yo”, manifestó.
Un paso a la vez
“Con lo cual, cuando hay algo que siento que me queda grande, porque creo que no tengo la capacidad interpretativa o de vida para hacerlo, está bueno escucharlo, porque después, si no te sale, es un padecimiento. La inseguridad al actor lo liquida y somos todos inseguros”, agregó.
“No es que esa vez no (percibí) miedo, inseguridad; (percibí) todo eso, pero también entendí que tenía otras herramientas, porque había crecido, había madurado, otras películas me habían ayudado. Estaba preparada desde otro lugar, entonces pensé que quizá sí era el momento”, aclaró Natalia Oreiro.