Todas nuestras vidas nos han dicho qué comer y qué no comer, y hemos seguido estas reglas preestablecidas sobre la alimentación y la dieta sin siquiera cuestionarnos o conocer los hechos. Siempre se ha escuchado: cuidado con las harinas o cuídate de las harinas.
Casi todos los tipos de alimentos que se hallan en la naturaleza son esenciales para tu organismo. Pero hay algunos alimentos que nos dicen que pueden dañarnos, los llaman: los males blancos, estos incluyen azúcar, sal, leche, harina blanca y arroz.
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Males blancos, ¿es un estereotipo o hay algo de verdad? Profundicemos para abordar algunos conceptos erróneos comunes sobre una comida blanca. En este caso las harinas. “La harina de trigo te hace subir de peso”, es quizás una de las cosas que se dicen, pero.
Si bien comer cualquier cosa en exceso puede engordar, la harina no juega un papel especial en el aumento de peso y este es solo uno de esos mitos omnipresentes sobre la harina. Puede aprovechar comiendo todo lo que ama si lo hace con moderación y ante ajo la supervisión de un experto.
“La harina de trigo no es saludable”, es otra de las recurrentes cosas que se escuchan en la televisión o la radio, pero ¿Qué tiene de cierto? La harina de trigo está enriquecida con vitaminas y minerales como el selenio, el manganeso, el fósforo, el cobre y la vitamina B, el folato.
También contiene una cantidad significativa de otros nutrientes como fibra y ácido fólico. “La harina de trigo causa inflamación y problemas digestivos”, es otro de los mitos, pero es falso. Contiene fibra que, de hecho, apoya la salud digestiva y reduce la inflamación.
¿El pan engorda?
No es cierto que el pan, a base de harina de trigo, tenga muchas calorías y en ese sentido no engorda. No hay necesidad de quitar el pan cuando se trata de perder peso. Para perder peso, las calorías que ingieres deben ser menos de las que gastas.
Esto significa que necesita reducir el total de calorías que consume y aumentar su actividad física. Algunos panes integrales aportan mucha fibra lo que aumenta la sensación de saciedad. Sin embargo, si te gusta mucho el pan, puedes dejarte llevar y consumir grandes cantidades porque puede resultar muy sabroso.