Jueves 25 de Abril 2024
NELSON CASTRO

Nelson Castro contó cómo vive el paso del tiempo

La palabra de Nelson Castro.

Escrito en ENTRETENIMIENTO el

Nelson Castro siempre manifiesta que es un agradecido de la vida por todas las actividades, personales y laborales, que pudo hacer. En más de una oportunidad no dudó en colocar a sus padres en escalón más arriba por la confianza que le brindaron en todas las decisiones que tomó.

“Sí, soy el que quise ser. Es una bendición de la vida. Le agradezco a Dios cada momento. Será por eso que me levanto de muy buen humor siempre. Me hace sentir bien y joven”, comenta Nelson Castro, quien siempre tuvo en claro que quería para su vida y quien quería ser.

Sobre cómo vive el paso del tiempo, el neurólogo aseguró: “Tengo 68 años, pero yo me siento como de 40, con una energía que me parece increíble”. De esta manera el conductor de “Telenoche” asegura que sus años parecen no haber pasado nunca.

Me levanto siete y media y terminó a la una de la mañana. Hago cincuenta minutos de actividad física antes de dormir, me doy una ducha y duermo plácidamente”, contó el corresponsal de TN y El Trece sobre las actividades que lo ayudan a estar en forma.

En cuanto a ser médico, la profesión que quedó en un segundo lugar en 1993 cuando comenzó a desandar su carrera en los medios, contó: “Seguramente tuvo que ver con la vivencia de mi enfermedad. Mi vocación de médico surgió cuando era chico y la de periodista también”.

La enfermedad a la que hace mención es la que tuvo cuando apenas llegó al mundo. “A los quince días de nacido tuve erisipela y estuve a punto de perder la vida. Después tuve siete operaciones, un proceso que duró hasta los trece años”, contó. 

Fortaleza

“Me ayudó la actitud de mis padres y del colegio para enfrentar esa situación sin necesidad de ocultar. Las cicatrices son inocultables y forman parte de mi vida. Y enfrentar eso sin ningún complejo o sentimiento de minusvalía me ayudó mucho a templar el carácter”, contó.

Nelson Castro dice que sus cicatrices, muchas de ellas a la vista, le dio fortaleza y no le dejó secuelas emocionales. “Afortunadamente no. Le agradezco mucho a mis padres, a mis amigos, a mis compañeros. Nunca fui sujeto de burlas”, contó.