Lunes 29 de Abril 2024
LALI ESPÓSITO

El sorprendente regalo de Lali Espósito a sus padres

El significativo presente de Lali Espósito.

Escrito en ENTRETENIMIENTO el

Lali Espósito siempre tuvo en claro que es lo que quería para su vida. Pese a los sueños que tenía a muy temprana edad, la artista trabajó arduamente para lograrlo y no desaprovechó ninguna oportunidad que se presentó en frente de ella desde que quedó convocada para trabajar junto a Cris Morena.

El éxito con el tiempo acumula dinero y sobre eso Lali Espósito fue muy tajante. “La guita es una energía de la que me costó mucho tiempo hacerme cargo. Yo vengo de una familia que tenía lo justo y necesario y empecé a trabajar a los diez años, pero llega un momento en que ganás más que tus viejos y tenés 12 o 13 años”, dijo.

“Eso es un tema que si no lo laburás a medida que vas creciendo, se arma esa pelota de culpa que te aleja del entender que ese dinero es bueno, no es malo. Ese dinero no te aleja de los tuyos, te da una calidad de vida y vos les podés dar a los tuyos una calidad de vida”, aclara.

A su vez, la artista destacó: “Creo que por la crianza que me han dado mis viejos siempre entendí para qué me servía la plata. Tengo mi casa y sabemos lo que significa tener un techo, más en este país, que hay gente que por más que se rompa trabajando toda la vida, no lo logra”.

Con los primeros pesos que hizo, Lali le pudo hacer un gran regalo a sus padres. “Haberles podido regalar una casita a mis viejos o darles una mano a mis hermanos o cosas más frívolas como irme de vacaciones y viajar en primera. Son pequeños gustos frívolos, pero son las cosas en las que yo veo reflejado mi esfuerzo”, dijo.

“Me fui amigando con el dinero porque fui entendiendo que eso era un logro que no me tenía que dar culpa. Para mí es invitar a mis amigos a un asado y al que me quiera decir “¿cuánto gastaste?”. Yo ahí veo mi plata: gastarlo en gente que me cae bien, en comer bien, en un buen vino”, dijo.

Vida en Madrid

Lali Espósito divide su tiempo en Argentina y España, sus dos lugares en el mundo. “Allá probé el néctar de vivir la ciudad sin ningún tipo de tapujo: de si te reconocen, si no te reconocen. Pero bueno, en mi escala, yo sé que si voy a un shopping acá me pasa algo”, dice sobre sus decisión.

“Entonces empezás a armarte una vida inconscientemente que te es cómoda. Allá directamente no pensaba en esas cuestiones. Pude hacerme esa vidita de barrio, de mis cositas, mis lugarcitos para el café, de conocer gente increíble y de tener el corazón listo para (conocer) situaciones que no conocía”, completó.