En la exclusiva que le dieron a revista Caras, Barby Franco contó porqué ocultó el nacimiento de su hija. “Lo anunciamos el 18 de diciembre, el día que Argentina salió campeón del mundo porque quería preservarme un poco, pero nació el 15”, mencionó la esposa de Fernando Burlando.
“Estaban todos de fiesta en el sanatorio. Las enfermeras enloquecían, yo por suerte ya caminaba y estaba bien y se escuchaban los goles de todas las habitaciones”, recordó Barby Franco aquel fin de semana en el que la Selección argentina se adueñaba de la tercera copa del mundo.
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“Es infernal la demanda que le genera un bebé a una mamá”, contó en aquella oportunidad el abogado, haciendo alusión a sus dos antiguas experiencias como padre. “Yo decidí que mejor me quedo acá todo enero tranquilita, hasta que la nena cumpla un mes. Y después salgo a la vida”, anticipó la bailarina.
Y así fue. A dos meses, exactamente, de haber traído al mundo a su primera hija, Barby y Fernando vieron que las condiciones estaban dadas para comenzar la segunda etapa en sus vidas: volver a la mansión que tienen en Punta del Este, Uruguay, para aprovechar los días que le restan al verano.
En cuanto al nacimiento de Sahara, la penalista mencionó aquella vez: “Fue cesárea porque tenía la presión alta y tenía tres miomas del tamaño de una pelota de tenis. No fue una cesárea normal, era un poquito riesgosa, pero salió´ todo bien por suerte”.
A su vez, agregó: "Yo vengo con este sueño hace 6 años aproximadamente y en la cesárea viste que no te quedas dormida. Yo escuchaba todo y miraba todo. Pero cuando la escuché llorar me olvide del mundo. Fue como tocar el cielo con las manos. Es un viaje hermoso”.
En las nubes
Con el nacimiento de su hija, Barby Franco asegura estar más arriba que las nubes. “Peor. Ahora me fui a Júpiter, literal. Imagínate que para mí era todo nuevo. La famosa frase del mundial que dice: No te lo puedo explicar, porque no vas a entender. Cuando nació lo veía a Burlando llorando y yo también”, dijo.
“Estaba media asustada porque podía haber pasado cualquier cosa. De hecho, Burlando casi pasa a la otra vida en el parto. Estaba tan nervioso que le subió la presión y tuvo que venir una cardióloga amiga, que lo contuvo como media hora hasta que se relajó y empezó a (aprovechar)”, recordó.