La manicura francesa se ha convertido en el nail art clásico de todos los tiempos. Esta manicura es una de las pocas que ha sabido perdurar con el correr de los años y además, se adapta a cualquier situación o evento, logrando que luzcas unas uñas elegantes, sofisticadas e impecables.
La manicura francesa es mucho más sencilla de lo que imaginas, por lo que con un poco de práctica, paciencia y el kit necesario, podrás realizarla en la tranquilidad de tu hogar. El día de hoy te compartiremos cómo hacerlas en seis sencillos pasos, para que luzcas unas uñas de ensueño.
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Los materiales que necesitarás para hacer esta manicura francesa son: un alicate, lima de uñas, crema hidratante, fortalecedor de unas, removedor de cutículas, un pincel delgado y dos esmaltes, uno translúcido y otro blanco o rosado, dependiendo de tus gustos.
El primer paso consistirá en cortar las uñas de la manera que más te guste, en caso de que quieras hacerlo. El segundo paso es para limar y pulirlas, siendo uno de los más importantes para evitar dejarlas con bordes ásperos o irregularidades, además de darle la forma que quieras.
En el tercer paso se deben hidratar las cutículas, sin embargo, si quieres retirarlas con un removedor, esta opción suele no ser muy recomendada por las consecuencias que pueden llegar a surgir. Lo ideal es empujarlas con un palito de naranjo y tenerlas siempre con la hidratación adecuada.
Ahora, una vez que las uñas están listas, en el cuarto paso se colocará un esmalte base con calcio para proteger las uñas. Luego, se suele utilizar un esmalte translúcido encima del anterior, pero hay quienes prefieren colocar colores en tonos rosas claros.
Últimos pasos
Para el quinto paso tomarás el pincel y harás las líneas con el esmalte blanco en la parte superior de la una, siendo que este paso es que caracteriza a la manicura francesa del resto. Si se te dificulta por la falta de pulso, con cintas adhesivas se puede obtener el mismo efecto.
Para finalizar, una vez que se han secado las líneas blancas, para el sexto paso solamente queda proteger todo el trabajo, utilizando una nueva capa de esmalte translúcido. Si te animas, esta última capa puede tener algo de brillo, para darle un toque diferente y en tendencia.