La tradición de comer 12 uvas en la noche de fin de año es una costumbre muy arraigada en España y en algunos países de América Latina, como Argentina, México, Perú, Chile y Colombia. Se dice que esta práctica trae buena suerte y permite pedir 12 anhelos para el año que comienza.
Pero, ¿cuál es el origen y el significado de esta tradición? Y ¿qué beneficios tiene comer uvas para la salud? Existen varias teorías sobre el origen de las 12 uvas de la suerte. Una de ellas se remonta a 1909, cuando hubo una sobreproducción de uvas en Alicante y los agricultores decidieron venderlas como “uvas de la suerte” en paquetes de 12 unidades, simbolizando los 12 meses del año.
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Otra versión sostiene que la costumbre se inspiró en la aristocracia francesa y alemana, que solía comer uvas con vino espumoso como aperitivo, y que fue imitada con ironía por la clase popular española, que se reunía en la Puerta del Sol de Madrid para comer las uvas al ritmo de las campanadas.
Sea cual sea su origen, lo cierto es que comer 12 uvas en Nochevieja se ha convertido en una tradición familiar y divertida, que además tiene beneficios para la salud. Las uvas son una fruta rica en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, que aportan energía, hidratación y nutrientes al organismo.
Algunos de los beneficios de comer uvas son: Mejoran la digestión y previenen la diarrea, gracias a su contenido en fibra y almidón. Protegen el corazón y regulan la presión arterial, debido a su aporte de potasio y resveratrol, un antioxidante que reduce el colesterol malo y los triglicéridos.
Previenen el envejecimiento y cuidan la piel y el cabello, por su efecto hidratante, suavizante y cicatrizante, y por su riqueza en vitamina C y E, que combaten los radicales libres y la inflamación. Fortalecen el sistema inmunitario y previenen infecciones, por su acción antibacteriana y antiviral, y por su contenido en vitamina A y flavonoides, que estimulan las defensas naturales.
Un solo momento
Mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés y la ansiedad, por su aporte de vitaminas del grupo B, que intervienen en la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina.
Para aprovechar de estos beneficios, se recomienda comer uvas frescas y con piel, preferiblemente de cultivo ecológico, y moderar su consumo, ya que también tienen azúcares y calorías. Así, las uvas pueden ser una excelente opción para incorporar a la dieta diaria, no solo en Nochevieja, sino durante todo el año.