Viernes 26 de Abril 2024
TOMATE CHERRY

Por qué el tomate cherry es la mejor variedad de todas

Lo que no sabías del tomate cherry.

Escrito en ENTRETENIMIENTO el

El tomate cherry es una variedad de tomate pequeña y dulce, que se puede ingerir de muchas formas y que tiene muchos beneficios para la salud. Esta verdura es poca en calorías y grasa, y alta en agua, lo que lo hace ideal para dietas de adelgazamiento y control de peso.

El tomate cherry es rico en vitaminas, especialmente en vitamina C, que tiene efecto antioxidante y refuerza el sistema inmunitario. Contiene minerales como el potasio, el calcio, el hierro y el zinc, que son esenciales para el funcionamiento de los músculos, los huesos, los nervios y el plasma.

Tiene compuestos azufrados que le dan su sabor y olor característicos, y que también tienen propiedades antibióticas, antivirales, antiinflamatorias y anticancerígenas. Tiene fibra soluble e insoluble, que mejora el tránsito intestinal, previene el estreñimiento y ayuda a controlar el colesterol y el apetito.

Protege el corazón, al reducir el colesterol, la presión arterial y la formación de coágulos. Beneficia la visión, al prevenir la degeneración macular y la inflamación ocular, por su contenido en carotenoides y vitamina A.

Previene los defectos de nacimiento, al favorecer el desarrollo del sistema nervioso del feto, por su aporte de ácido fólico. El tomate cherry es un alimento saludable, delicioso y versátil, que se puede preparar de muchas maneras: en ensaladas, sopas, guisos, cremas, hummus y falafel.

Se recomienda ingerirlo al menos dos veces por semana, junto con otros alimentos vegetales, para obtener todos sus beneficios. Para cultivarlos, se deben seguir estos pasos básicos: obtener plantones o semillas de tomate cherry. Se recomienda plantarlos entre enero y junio, según el clima de la zona.

¿Cómo plantar?

Preparar el lugar donde se van a plantar los tomates. Se necesita un sustrato suelto, bien drenado y rico en nutrientes. Se puede usar una jaula para tomates o tutores de madera para sostener las vides. Sembrar las semillas en un semillero o trasplantar los plantones al lugar definitivo. Se deben enterrar a unos 5 mm de profundidad y dejar unos 40 cm de separación entre plantas.

Regar con frecuencia, pero sin encharcar, y mantener el suelo libre de malas hierbas. Abonar semanalmente con un fertilizante orgánico. Podar las ramas secas, enfermas o que no den frutos. Eliminar los chupones o brotes laterales que salen del tallo principal. Cosechar los tomates cuando estén maduros, de color rojo, naranja, amarillo o rosa, según la variedad.