Estefanía Pasquini asegura que muchas personas se proponen mejorar su alimentación, pero lo dejan para más adelante, sin tomar acción. ¿Por qué nos cuesta tanto cuidar lo que comemos? ¿Por qué decimos que nos vamos a empezar a cuidar después que pasen las fiestas de fin de año?
Estefanía Pasquini mencionó: “Si te pasó te invito a hacerte unas preguntas. ¿Por un lado, por qué crees que si te cuidas tenes que dejar que pasen los eventos primero? ¿Por qué crees que no vas a poder comer? Por otro lado, realmente crees que un día ya no van a haber eventos como para decir, si ahora arranco”.
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“Te pusiste a pensar que a lo mejor el arrancar ahora te va a ayudar a no arrancar aun peor cuando lo decidas hacer pasados estos eventos, posiblemente te ayude a pasar un poco mejor de lo que podrían ser estas fiestas. No siempre el objetivo es la (merma) de peso y es válido y muy importante igual”, completó la nutricionista.
Algunos de los motivos que llevan a esta decisión puede ser por la falta de tiempo: el ritmo de vida actual, con múltiples ocupaciones y responsabilidades, hace que a veces no dediquemos el tiempo suficiente a planificar, comprar y preparar los alimentos que necesitamos. Esto nos lleva a optar por opciones rápidas, procesadas y poco saludables.
También por la falta de información: muchas personas no saben cuáles son los nutrientes y beneficios que aportan los diferentes alimentos, ni cómo combinarlos de forma equilibrada. Tampoco conocen las consecuencias negativas que puede tener una mala alimentación para la salud, como el aumento de peso, el deterioro cognitivo y el malestar emocional.
Algunas personas no tienen un propósito claro o una razón suficiente para cambiar sus hábitos alimentarios. Puede que no se perciban satisfechas con su aspecto físico, pero tampoco se animan a hacer algo al respecto.
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Puede que no tengan en cuenta los beneficios a prolongado plazo que puede traer una alimentación saludable para su calidad de vida otras personas saben lo que deberían comer, pero no pueden resistirse a la tentación de los alimentos que les gustan, aunque sean poco saludables.
Esto puede deberse a factores biológicos, como el apetito, el metabolismo o las hormonas, o a factores psicológicos, como el estrés, la ansiedad, el aburrimiento o la búsqueda de placer. Al fin y al cabo, Estefanía Pasquini insiste en comenzar a cuidarse en este preciso momento.