El repollo es una hortaliza que pertenece a la familia de las crucíferas, junto con el brócoli, la coliflor y el kale, entre otros. El repollo tiene muchas propiedades nutricionales y beneficios para la salud, como, por ejemplo: Es rico en agua, fibra, vitaminas y minerales, lo que lo hace un alimento bajo en calorías y beneficioso para el sistema digestivo, e inmunológico y el cardiovascular.
El repollo contiene antioxidantes como la vitamina C, el betacaroteno y los flavonoides, que protegen las células del daño causado por los radicales libres y previenen el envejecimiento prematuro, el cáncer y las enfermedades inflamatorias. Aporta vitamina K, que interviene en la coagulación sanguínea y en la salud de los huesos y las articulaciones.
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Tiene efecto diurético y depurativo, ya que favorece la eliminación de líquidos y toxinas del organismo. Ayuda a regular el colesterol, la presión arterial y el azúcar en plasma, gracias a su contenido en fibra soluble y en compuestos que inhiben la absorción y la producción de grasa. El repollo se puede ingerir de diversas formas, tanto crudo como cocido, en ensaladas, jugos, sopas, salteados, fermentados o rellenos.
Algunas recetas que puedes preparar con repollo son: Ensalada de repollo morado con zanahoria, manzana, nueces y yogur. Sopa de repollo con patata, zanahoria, cebolla, ajo y laurel. Chucrut, que es repollo fermentado con sal y especias, que se puede acompañar con salchichas, carne o pescado. Rollitos de repollo rellenos de carne picada, arroz, cebolla, ajo, perejil y salsa de tomate.
Otra manera de preparar el repollo es: Hervirlo. Primero se corta el repollo en trozos pequeños y se lava bien. Se coloca agua a hervir con sal y se añade el repollo. Se deja cocer unos 5 a 10 minutos, o hasta que esté tierno. Se escurre y se puede aliñar con aceite, vinagre, limón o la salsa que se prefiera.
Salteado: Se corta el repollo en tiras finas y se lava bien. Se coloca una sartén, con aceite, en la hornalla y se saltea el repollo con ajo, guindilla, sal y pimienta, o con los condimentos que se quieran. Se remueve durante unos 10 minutos, o hasta que esté dorado y crujiente.
Fermento
Para preparar un fermento se debe cortar el repollo en trozos pequeños y se pesa. Se añade sal al repollo, según el peso que tenga (unos 20 gramos de sal por cada kilo de repollo). Se masajea el repollo con la sal hasta que suelte jugo. Se mete el repollo en un frasco de vidrio, presionando bien para que quede tapado por el líquido.
Se tapa el frasco y se deja fermentar a temperatura ambiente durante unos 15 días, o hasta que tenga el sabor deseado. Se puede agregar especias como comino, eneldo o laurel para darle más sabor. Espero que te haya servido esta información sobre cómo se cocina el repollo.