Desde el preciso momento en que Javier Milei se anunció como nuevo candidato para pelear por la presidencia argentina, y acabar con lo que el denomina "la casta", los medios de comunicación se han pronunciado sumamente interesados en conocer su vida personal y sentimental.
Y si bien es cierto que Javier Milei fue el centro de atención de todos los espacios por su fuerte carácter y su particular forma de hablar, también ha existido un fuerte interés por los amores que han pasado por su vida, siendo uno de los candidatos más afortunados del mundo político.
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Lejos de optar por una imagen de "familia tipo", desde que inició su carrera política en el año 2018, el actual presidente electo decidió blanquear y oficializar su noviazgo con Daniela Mori, quien es reconocida por formar parte del grupo musical "Las Primas".
Aunque es verdad que Javier Milei se pronunció sumamente enamorado de quien era su pareja, al poco tiempo de oficializar su historia de amor, precisamente a un año del mismo, este decidió romper su vínculo y dedicarse ciento por ciento a crear un partido político en contra del oficialismo.
Conforme fueron pasando los meses, mientras el economista se mantenía firme en sus ideas políticas y en conquistar a una gran parte de los ciudadanos argentinos, se hizo pública su historia de amor con Fátima Florez, quien es sumamente conocida en el mundo del espectáculo, actuación y comedia.
Hace apenas unos meses, fue Marina Calabró la encargada de comunicar el vínculo sentimental de Javier Milei y Fátima Florez, quienes se conocieron en el programa de Mirtha Legrand y, según informan, el amor habría sido un flechazo instantáneo para ambos protagonistas.
¿Quién es la primera dama?
A pesar de lo que muchos piensas, la humorista nació en una familia de clase media que residía en la localidad de Olivos. De un padre arquitecto y una madre docente. Si bien vivió una infancia feliz y con oportunidades, atravesó la separación de sus padres a sus apenas 9 años de edad y, mucho más grande, un trastorno alimenticio que la llevó a años de terapia.
Mientras luchaba contra sus complejos, Fátima Florez halló la gran salvación en el arte, sumergiéndose de lleno en el mundo del canto y el baile, para, tiempo más tarde, dedicarse a la imitación de personajes. Con esfuerzo, perseverancia y sin tirar la toalla, se convirtió en una de las humoristas más importantes del país y, además, en el gran amor de Javier Milei.