Leche antes de dormir, seguro en una constante en cientos de miles de personas. ¿Qué tiene la leche que nos ayuda a conciliar el sueño? Esta es una pregunta que muchos se hacen cuando escuchan el consejo popular de beber un vaso de leche caliente antes de acostarse. La respuesta tiene que ver con la composición química de este alimento y sus efectos sobre el cerebro y el organismo.
Leche y los productos lácteos contienen triptófano, un aminoácido esencial que el organismo no puede producir por sí mismo y que debe obtener de la dieta. El triptófano es el precursor de la serotonina, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo, el apetito, la memoria y el sueño.
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La serotonina, a su vez, es el precursor de la melatonina, una hormona que se encarga de regular el ciclo circadiano, es decir, el ritmo biológico que alterna entre el día y la noche. Al tomar la leche. el triptófano llega al cerebro y se convierte en serotonina, lo que nos produce una sensación de bienestar, relajación y calma.
Al caer la noche, la serotonina se transforma en melatonina, que nos induce al sueño y nos ayuda a mantenerlo durante toda la noche. Además, la leche tiene otros nutrientes, como el calcio, el magnesio y el fósforo, que también favorecen la relajación muscular y la calidad del sueño.
Pero no solo el triptófano es el responsable de los beneficios de la leche para el sueño. Un estudio reciente publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry ha comprobado que la leche contiene una mezcla de péptidos, o fragmentos de proteínas, llamada hidrolizado tríptico de caseína (CTH), que tiene efectos ansiolíticos y de mejora del sueño.
Estos péptidos actúan sobre el receptor GABA, una proteína del cerebro que inhibe la actividad nerviosa y reduce el estrés. Uno de estos péptidos, llamado acasozepina (a CZP), ya se había identificado anteriormente como un potenciador del sueño, pero los investigadores han hallado otros más potentes en el CTH.
Propiedades
Así pues, la leche tiene múltiples propiedades que la convierten en un aliado para el descanso. No se trata de una fórmula mágica ni de un remedio infalible, pero sí de un hábito saludable que puede ayudarnos a dormir mejor. De esta manera, lo que decían o recomendaban nuestros abuelos estaba en lo correcto.
Además, si tomamos la leche caliente, el efecto será mayor, ya que la temperatura elevada favorece la vasodilatación y la relajación. Por eso, si tienes problemas para conciliar el sueño o quieres mejorar la calidad de tu descanso, no dudes en tomar un vaso de leche antes de ir a la cama. Tu organismo y tu mente te lo agradecerán.