Té solemos tomar todos y nunca falta en la mesa a la hora de la merienda, pero qué sabemos de está infusión. El té es una de las bebidas más ingeridas en el mundo, y no solo por su sabor y variedad, sino también por sus efectos positivos para la salud. Alberto Cormillot aseguró que está bebida es la más preferida en nuestro país y que solo está detrás del café y el mate cebado.
Té oscuro o verde siempre son las opciones que todos tienen para elegir. Numerosos estudios científicos han comprobado que el té, en sus diferentes tipos y formas, tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antibióticas, cicatrizantes, estimulantes, relajantes y preventivas de diversas enfermedades. En este artículo, repasamos algunos de los principales beneficios del té, sus componentes para el organismo y que es lo que dice Alberto Cormillot.
Te podría interesar
Uno de los principales efectos del té es el antioxidante, que se debe a los polifenoles, especialmente las catequinas, que son más abundantes en el té verde. Estas sustancias ayudan a combatir el estrés oxidativo, el envejecimiento celular y la inflamación, y también tienen efectos antibióticos contra algunas bacterias. Además, los polifenoles del té ralentizan la absorción de la cafeína, lo que hace que su efecto estimulante sea más suave y duradero que el del café.
Otro de los beneficios del té es la prevención de enfermedades cardiovasculares y metabólicas, como la hipertensión, el colesterol, la diabetes y la obesidad. Esto se debe a que el té mejora la función endotelial, es decir, la capacidad de los vasos sanguíneos para dilatarse y contraerse. También ayuda a reducir la glucosa en sangre, la inflamación y la formación de coágulos. Los flavonoides del té, especialmente los del té oscuro, son los responsables de estos efectos protectores.
El té también tiene propiedades astringentes y cicatrizantes, gracias a los taninos, que son más abundantes en el té oscuro y el té rojo. Estas sustancias ayudan a inhibir la absorción del colesterol, a regular el tránsito intestinal y a curar heridas y úlceras. Además, el té contiene sales y minerales, como hierro, flúor, calcio, cinc, potasio y magnesio, que son necesarios para el equilibrio del organismo y la salud de los huesos, los dientes, el sistema nervioso y el sistema inmunológico.
Por último, el té también tiene propiedades relajantes, que se deben a la presencia de aminoácidos como la teanina, que es más abundante en el té verde y el té blanco. Estas sustancias ayudan a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, y a mejorar el estado de ánimo, la memoria y la concentración. Además, el té tiene efectos beneficiosos para la piel, ya que sus componentes fenólicos y taninos retardan el envejecimiento cutáneo e incrementa la producción de colágeno.
La palabra de Cormillot
“El té ocupa el tercer lugar en las preferencias de infusiones en Argentina. El té verde, al igual que el té oscuro, proviene de la planta Camellia sinensis. Sin embargo, para obtener el té verde, las hojas frescas son sometidas a un proceso de secado por vapor o calentamiento, seguido de un tratamiento térmico que detiene la oxidación, permitiendo así que la estructura química permanezca intacta y conservando sus ingredientes activos”, aclaró Alberto Cormillot.
“El té es la segunda infusión más popular a nivel mundial, (aprovechada) en unas 15.000 tazas por segundo. Entre los puntos positivos del té verde, se enumeran: prevención de enfermedades cardiovasculares y ateroesclerosis, disminuyendo los valores de colesterol LDL (malo) y los triglicéridos, reduce el riesgo de cáncer, impidiendo que los radicales libres dañen y causen alteraciones a las células. Además, contiene citoquinas, sustancias que podrían proteger contra algunas toxinas de efectos cancerígenos, retrasa el envejecimiento de la piel y de los órganos internos”, completó.