Para este viernes te traemos una de las mejores recetas para acompañar tu merienda en este fin de semana. Hoy te compartimos el paso a paso para realizar los Chipá con queso más ricos de todos, es por eso que te recomendamos que tomes nota de cada una de las indicaciones que te brindaremos.
Para esta receta de Chipá con queso vas a necesitar los siguientes ingredientes en tu mesada: 500 gramos de harina de mandioca, 2 huevos frescos, 70 gramos de manteca, 125 gramos de queso criollo, 130 gramos de queso parmesano, sal, 80 centímetros cúbicos de leche, pimienta negra y nuez moscada, cantidad necesaria.
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El primer paso de nuestra preparación será colocar la harina de mandioca en un colador fino para tamizar, una vez logrado vamos a volcarlo sobre una superficie plana y procedemos a hacer una corona, en ella agregamos el huevo, la manteca a temperatura ambiente, el queso criollo cortado en cubos, el queso parmesano rallado, sal a gusto, leche, la pimienta negra y la nuez moscada.
Una vez que hayas preparado la superficie donde vamos a trabajar, procedemos a unir los ingredientes con tus manos y cuando la mezcla comience a tomar consistencia vas a ir agregando la harina de mandioca en cantidades reducidas hasta finalmente lograr una masa lisa, homogénea, manipulable y apenas un poco húmeda.
Una vez lograda nuestra masa dejamos reposar por 30 minutos y procedemos a cortar en pequeños bollos de igual tamaño y vamos colocando en una asadera, previamente aceitada con poco aceite. Este paso no servirá para evitar que se peguen entre ellos e incluso para que despegarlos de la placa sea mucho más fácil.
Finalmente, para lograr la cocción perfecta, vamos a precalentar nuestro horno a 180 grados durante 10 minutos, aproximadamente, y luego procedemos incorporar nuestros chipá, dejamos por 15 minutos y revisamos que la capa superior se vea crujiente sin llegar a tonos muy oscuros, una vez logrado los retirados del horno.
Para servir y acompañar
Nuestra receta de Chipá con queso es ideal para servir a temperatura alta, esto para que el efecto del queso siga vigente cuando sea hora de su ingesta. De forma que se recomienda comerlo cuando esté tibio, ideal para acompañar con alguna infusión tradicional como es el caso del té, el mate o el café.
Esta preparación funciona perfectamente con queso, pero hay quienes optan por darle algún toque más particular, por lo que hay quienes agrega jamón cocido o salame picado en cubos. Esto proporciona nuevos sabores y se pueden combinar a la perfección con el queso tal y como lo hemos señalado durante la descripción anterior.