Aseguran que Julio Iglesias recibió 850.000 dólares de parte de quien fue el abogado de Enrique Peña Nieto, y que está actualmente preso. Todo para que cante en su cumpleaños, un evento súper privado.
Juan Ramón Collado, conocido como el abogado del poder en México por haber defendido a personalidades como el expresidente Enrique Peña Nieto, es un gran admirador de Julio Iglesias. Por este motivo, no dudó en pagar al cantante para que se presente en su cumpleaños.
Recordemos que el profesional está actualmente en prisión desde 2019 por blanqueo de capitales y delincuencia organizada. Por ello, se generó un escándalo cuando se supo que el abogado pagó al intérprete español para que cantara en su fiesta privada de 50º cumpleaños en un complejo residencial de lujo en Acapulco con capacidad para 450 asistentes
Según el portal virtual “El País”, se conoció el contrato “confidencial” entre Iglesias y Collado. Gracias a ello, se supo que el abogado pagó al artista 850 mil dólares “libres de impuestos” por un espectáculo de 75 minutos.
El cantante, por su parte, facturó la actuación mediante su compañía en el paraíso fiscal caribeño de las Islas Vírgenes Británicas. Sorprendentemente, esta dirección coincide con un buzón de correos en el que hay 40 sociedades domiciliadas.
Desde el mencionado portal virtual, aseguraron que los intentos por contactarse con el artista para aclarar esta situación no tuvieron éxito. Sin embargo, un allegado del interprete asegura que el famoso no tiene residencia fiscal en España desde 1978 y que tributó, al menos, hasta 2018 en la República Dominicana, donde vive.
El evento privado
Cabe señalar, que el contrato que el abogado acordó con Julio Iglesias estipulaba que el profesional costearía un equipo de seguridad de cuatro custodios, y correría con los gastos de una suite y cinco habitaciones sencillas en un hotel de cinco estrellas. Además, se sabe que abonó 20 habitaciones en otros establecimientos de entre tres y cuatro estrellas para el hospedaje del equipo de Iglesias.
Pero la cosa no terminó allí, pues Collado también se hizo cargo de los gastos del escenario, la iluminación y el equipo de sonido. Además, garantizó al artista exclusiva privacidad y veto total de la prensa.