"Donatello es la estrella de todo, incluso ahora entro a lugares y nadie me saluda porque él se roba todas las miradas cuando lo ven", mencionó Noelia Marzol hace dos semanas, cuando habló sobre su familia junto a Ramiro Arias, su hijo y el embarazo con Revista Gente.
"Pasa algo muy gracioso: cuando entramos a un lugar y la gente ve cómo Ramiro y yo corremos atrás de él, nos compadece. Es muy inquieto, comprador y, por muy tierno que parezca, es un pequeño demonio", aseguró Noelia Marzol sobre lo imperativo que es Donatello.
Desde que llegó al mundo, y sus padres comenzaron a grabar sus travesuras, el niño comenzó a ganar terreno en el mundo virtual, en donde tiene miles de seguidores. El crecimiento diario, sus looks, lo que dice, lo que hace, todo está registrado y es por eso que todo el mundo ama a Dona.
"Es tal cual como lo ven en las redes, de hecho, vino hace poco una amiga del interior y pasó unos días en casa y, a los diez minutos de haber llegado, me dijo: Amiga estoy agotada. Yo pensé que lo grababas haciendo lío porque es simpático y gracioso, pero es literal todo el día así", aseguró la bailarina.
Noe aseguro que si nota diferencias entre el primer embarazo y el primero. “En este embarazo tuve más náuseas que en el anterior. Si bien tampoco es que estuve perfecta con Dona, esta vez fue peor. También creo que romanticé mucho el embarazo de Dona y ahora, con Alfonsina, ni siquiera tengo tiempo para eso”, dijo.
Sobre qué método utilizará para que su hija llegue al mundo, la bailarina confirmó: “Yo creo que va a ser parto natural pero uno se imagina muchas cosas y después pasa algo totalmente distinto: de hecho Dona nació prematuro, rompí bolsa y tuve que salir corriendo a la clínica”.
Arriesgada decisión
Hace unos días, Noelia Marzol estuvo internada en el sanatorio Otamendi. Como todos saben, la bailarina está en la cuenta regresiva de su segundo embarazo y los médicos le aconsejaron realizar reposo absoluto, luego de padecer fuertes contracciones y dolores.
Tras recibir el alta y regresar a casa junto a su esposo, Ramiro, y su hijo, Donatello, la bailarina se grabó cortándole el cabello a su pequeño, algo muy difícil de hacer por lo inquietos que son los niños. Como no pudo ir al peluquero porque tenía que hacer reposo, Noe debió acudir al ingenio.