Nadie se podía imaginar que un escándalo familiar pudiera tumbar de la noche a la mañana toda la carrera artística que había construido Piñón Fijo en todos estos años en frente de la televisión y en cientos de escenarios de Argentina, en donde siempre era bienvenido.
A poco de cumplirse dos meses del escándalo que tuvo opiniones distintas y posturas que llamaron la atención a propios y extraños sobre lo que pasaba en la vida familiar del artista, Piñón Fijo volvió a hablar, esta vez para Clarín y contó en qué ciudad de la Argentina comenzó todo de nuevo.
Cuando quedó en el ojo de la tormenta, hubo artistas que plantaron banderas y lo defendieron, como Marcelo Polino y Panam, y muchos otros que lo defenestraron hasta más no poder. Obvio todas fueron opiniones, pero quienes sabían la verdad era la familia.
La familia del animador habló tanto, que en varias salas de teatros de nuestro país cancelaron sus shows, para colmo también los dejaron ver sin maquillaje destrozando así la esencia más importe del payaso, que fue acusado de maltrato y abandono por su entorno más cercano.
En dialogó con Clarín, el animador evitó hablar de la polémica y sólo apuntó: "Estoy bien, no les puedo decir mucho más que eso". Sin embargo, no se guardó palabras sobre cómo fueron sus días como artista luego del conflicto, lo que lo llevó a abandonar su casa en Buenos Aires.
"Los shows ya están normales".
Tras cancelar el puñado de presentaciones que le quedaban en agenda, se especuló que la situación del artista sería un tema para varios meses es por eso que no se lo volvió a ver más, pero lo cierto es que Fijo se fue a la capital de Tucumán con la idea de seguir, pero en realidad comenzó.
Desde cero
Los viajes al norte del país tuvieron tanto amor por parte de las personas que le reconocieron que Piñón Fijo se mentaliza para rehacer su carrera. "Quizás prefiero dejarme ver en qué y dónde me cobijo, que es en mi oficio”, mencionó el artista antes de mencionar que grabó dos nuevos videoclips.
Estos dos videoclips son post escándalo, así que son considerados los primeros de esta nueva etapa del payaso. Piñón eligió las Ruinas de Quilmes, provincia de Tucumán no solo para concertarse con la naturaleza, sino que también para tallar de nuevo las cartas y comenzar otra vez.