Como cada sábado por la noche, Dante Gebel ha vuelto a sorprender y maravillar a los televidentes con una profunda reflexión. Esta vez, habló de las cicatrices que todos tenemos de la vida y cómo estas nos llegan a marcar, pero depende de nosotros que hacer con ellas.
“La Divina Noche de Dante” es el programa que lleva adelante Dante Gebel por las pantallas televisivas de Canal 9. Los fines de semana, especialmente los sábados, se han convertido en un clásico para el público, quienes esperan con ansias este increíble show de entretenimiento y reflexión.
En este nuevo capítulo de su programa, en la sección donde recurre a viajar al pasado, el conductor comenzó hablando de cómo era el periodismo de antes y recordó anécdotas que hicieron reír a los televidentes, pero además, remarcó cómo ha cambiado, para bien, esta profesión.
Como cada sábado, “La Divina Noche de Dante” contó con su invitado de la noche. En esta ocasión, Alejandro Basteri, el hermano de Luis Miguel, fue el entrevistado. Y como era de esperarse, al finalizar el programa, brindó una reflexión sobre las cicatrices que te deja la vida.
En esta oportunidad, Dante se refirió a la forma en la que solemos llevar nuestras cicatrices y, según sus palabras, debemos hacerlo con mucho orgullo, pues forman parte de la historia de cada uno. Es necesaria evidenciarlas al mundo, en lugar de ocultarlas con nosotros.
“Las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto, y de nosotros mismos, y deben evidenciarse en lugar de ocultarse”.
Además, el conferencista agregaba que solamente manifestando nuestras cicatrices, los demás van a poder apreciar el resultado y el proceso de transformación por el que se pasa, una vez superada la misma: “Así, al colocar de manifiesto su transformación, las cicatrices embellecen el objeto”.
Fuente: (Canal 9).
Imperfecciones
El final de “La Divina Noche de Dante” es uno de los momentos más esperados por el público de Dante Gebel, pues a través de sus reflexiones intenta hacernos notar algunas cuestiones que nos atormentan durante el día e impide que pensemos con claridad las cosas.
“De las imperfecciones nace la verdadera belleza de cada uno, diferente, única y extraordinaria. Eso es la resiliencia, la capacidad o el valor de absorber y reparar algún daño como una manera de salir de esa situación traumática. Es ver oportunidades y estrategias donde los demás solo ven desgracias y confusión”, cerraba Dante.